El Director Nacional de Bibliotecas Archivos y Museos (Dibam), Ángel Cabeza, se reunió este viernes 25 con el Intendente de la Región de Coquimbo, Claudio Ibáñez, para evaluar en terreno la magnitud de los daños en instituciones de la red, con el fin de adoptar medidas y cursos de acción que permitan resolver los daños en el corto y mediano plazo.

La Biblioteca Pública de Coquimbo es la que resultó más dañada con la catástrofe, dado que el agua arrasó llevándose computadoras, estantes, impresoras, libros, archivadores, documentos, equipos de sonido, mobiliario, etc. Y al tratarse de un espacio completamente de vidrio no quedó nada de los ventanales. El personal de la biblioteca se encuentra bien y está en la difícil tarea de ordenar y clasificar libros según su estado.

Otras bibliotecas públicas que presentan daños son las de Illapel, Ovalle, Salamanca, Combarbalá y La Serena con quiebres de vidrios y grietas en sus muros. Estas instituciones no se encuentran atendiendo público.

El Museo Gabriela Mistral de Vicuña presenta daños de importancia en ventanales, parte de la techumbre y algunos paneles y vitrinas. En tanto, el Museo Histórico Gabriel González Videla de La Serena presenta grietas en fachada y terraza.

Al respecto, Cabeza señaló que "nuestra primera preocupación son los usuarios y funcionarios. Estamos muy agradecidos de la capacidad de respuesta de los trabajadores de la Dibam, quienes en pocas horas catastraron los perjuicios ocasionados por el terremoto y maremoto del 16 de septiembre".

El también Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) agregó que "los daños a las dependencias de la Dibam así como a los Monumentos Históricos y Zonas Típicas debemos atenderlas con prontitud. Nos preocupa el perjuicio sufrido por la infraestructura cultural y patrimonial de las zonas afectadas, y estaremos disponibles para apoyar en aquello que esté en el ámbito de nuestra competencia".



Ángel Cabeza junto a un equipo de especialistas de la Dibam y del CMN, recorrieron los días 24 y 25 de septiembre las zonas de Illapel, Canela, Vicuña y La Serena, para evaluar en terreno la magnitud de los daños y adoptar a la brevedad las medidas necesarias. En el recorrido, también visitaron algunas iglesias patrimoniales que sufrieron daños y que deben evaluarse con mayor detención.

Inmediatamente después del terremoto del 16 de septiembre pasado, la Dibam inició un catastro acerca de la situación de sus funcionarios, instituciones, Monumentos Históricos y Zonas Típicas de la región de Coquimbo. De acuerdo al informe, hasta el momento se puede concluir que si bien hay algunas instituciones con serios daños, las bibliotecas, museos y colecciones de la red Dibam soportaron de buena manera la catástrofe, al igual que el personal que se encuentra en buenas condiciones.